📍 #Portbou, año I
Una mudanza.
Una buena caminata.
Tres faros. Y medio.
Un puerto seguro.
Un semáfaro incondicional.
La tramontana.
El otoño.
La montaña. La frontera.
La playa. En invierno.
La fuerza del océano en el Mediterráneo.
Mi sofá.
Las gaviotas.
Los cormoranes.
Los cangrejos. Los peces. Algún pulpo.
Las estrellas. Y las de mar.
Las olas. La espuma. El olor a sal.
La bici. Las ovejas. El pantano.
Un mirador abandonado.
Mucha basura que limpiar.
La primavera.
Las amapolas.
Las vacas a pie de camino.
Las terrazas.
El sol de mayo.
Los guiris.
Bordear los acantilados desde el mar.
Los vencejos. Liberarlos.
El verano.
Vacunarnos.
Salir a andar. Intentarlo.
Ver belleza en lo quemado.
Acabar de. Respirarlo. El Camino seguirá esperando.
Subir alto. Un poco más.
Disfrutar trabajando. Como prioridad.
Fondear el barro. Y con él…, crear.
El otoño, de nuevo. Y no volver nunca a empezar.
Mientras tanto, en el mundo real…
Tren parriba. Tren pabajo.
Parece que hay hueco. Vamos a intentarlo.
Igual no se puede. Bajonazo.
Sí se podrá. Me lo ha dicho un pájaro.
Y se puede. Pues claro.
Agradecimiento. Eterno. Máximo.
Sentir las neuronas hacer contacto. Sencillamente BRUTAL.
Recuperar un poder básico.
Aprender a soltar.
Marcar tu territorio.
Mandar a la mierda.
Saberte capaz.
Sentir el dolor.
Dejar de forzar.
Pedir ayuda.
No poder más.
Entender lo necesario.
Ser tu propio calendario.
Ajustar el paso.
Dejarte llevar.
Y saberte acompañar.
Mi año 1 en Portbou tiene muchos nombres propios, de persona y de lugar. ❤ GRACIAS ❤ infinitas por las visitas, la belleza y la compañía, a distancia y presencial. Y bienvenidos a los que estén por llegar a lo que por fin empiezo a llamar Hogar. 🏡🙏🏼