(Al palo de mi vida)
Cuando no hay grito lo suficientemente fuerte para expresar tanto dolor, a menudo el alma calla. Pero el cuerpo sigue hablando. Y si lo reprimes demasiado…, estalla.
El amor no es doloroso. Lo que duele es aprender a amar después de haberlo desaprendido. Después de que se nos olvidara que seguimos siendo niños.
Amarte incondicionalmente es la más dura de las batallas: la de aprender a rendirte para ganar. Es arrancarte la venda; dejar de sentarte en el clavo. Es saber que apostar por ti duele, pero que seguir como estás duele más. Es sentir que una vez que te has visto… no hay vuelta atrás.
Amarte incondicionalmente es, primero, permitirte: sentir, expresar, experimentar. El miedo, el dolor, la incertidumbre. El abismo. El vacío total. Es, a la vez, impulsarte a hacerlo sabiendo que es imprescindible para sanar.
Amarte incondicionalmente es, después, intuirte, reconocerte, redescubrirte. Compadecerte. Aceptarte y perdonarte por aquello de lo que por fin entiendes que en realidad nunca fuiste culpable. Asumir solo tu parte de responsabilidad.
Amarte incondicionalmente es… redundante. Pocos verbos son tan grandes por sí mismos. En la categoría de nombres, comparte podio con la libertad.
Es mirarte al espejo con treinta y dos años y verte por primera vez. Con más cicatrices y hasta algún nuevo agujero, hecha un trapo y en los huesos. Y aun así sonreírte y decirte que lo estás haciendo genial.
Es escuchar por fin a tu cuerpo y darle lo que pide: ¡alimento! En forma de comida, de cariño o de movimiento. Es conectar con una fuerza que ni sabías que tenías. Es resucitar. Es sentirte cada vez más vivo en la adversidad.
Es respetar que hay quien no quieres que esté y que hay quien no quiere estar. Amarte y amar incondicionalmente es soltar.
Amarte incondicionalmente es agradecer que el mismo palo que te ha tumbado sea el que te ayude a levantarte. Es transformarlo para crecer. Es apoyarte en él para caminar.
Amarte incondicionalmente no es posible: es inevitable. Te viene de fábrica. Si algo tienes que hacer… es volver a ser.
Amarte y ya. Como si no hubiera un mañana.
Amar.
#esgritos