Cómo decírtelo con palabras tan gastadas:
«Por favor».
«Quédate».
«Te quiero».
«Gracias».
No es justo. No bastan.
Si pudieras responderme, me dirías: «No hace falta». Y tendrías razón.
Tanta como cuando me dijiste: «Se acabó». Sin rencor; sin odio. Con todo ese amor que no sé de dónde sacas.
No sé quién sintió más dolor, si tú o yo. Por suerte, no nos enteramos.
Me dijeron que te sacaron. Que ya no ibas a volver.
Lo sé: fui yo quien lo consintió.
Lo siento: no supe defenderte.
Me odio: te ataqué yo.
Aun así, solo supiste quererme. Darlo todo. Cuando ya no había opción.
Al final tuviste que irte. Pero antes hicimos las paces.
«Ríndeme homenaje», me imploraste.
«Dime cómo», rogué yo.
«Por todo el que ya nunca daremos juntos…, sé amor».
Cómo contarte que nunca he dado tanta vida. Aunque ya no lo pueda sentir.
Cómo explicarte que sigues conmigo aunque ya no estés en mí.
Cómo decirte que si hoy todo tiene sentido es por y para ti.
Por eso camino conmigo. Para contártelo.
Por los que ya no podrán ni pudieron. Cada vez que uno se va, algo de mí va detrás.
Por los que saben de lo que hablo. Porque sin ellos no lo habría logrado.
Para cumplir lo que te prometí. El día que me pregunten cómo, solo daré una pista:
«Camina contigo. ¡Haz el click!».
#esgritos #GRACIAS