Por ti.
Porque nadie entenderá quién eres ni lo que significas para mí.
Que uno puede hacer el camino más largo y difícil sin cambiar de lugar.
Que mirar a la muerte a los ojos y renunciar a tenerte es lo más duro que he vivido jamás.
Porque llegaste sin avisar cuando más me hacías falta… y aquí estás.
Aquí estamos. Otra vez. Como si el tiempo se hubiese congelado y no hubiese un ayer.
Como si el mañana quedara demasiado lejos como para poderlo ver.
Como si nada hubiese pasado, y a la vez…
Por todos los gritos ahogados, las lágrimas encharcadas y los abrazos que nunca te daré…
Por todas las lecciones de vida que nos quedan por aprender…
Por todos y cada uno de los caminos que quedan por recorrer…
Y a la vez…
Por todas las veces en que dudaron de ti y de lo que podías ser.
Por todos los reproches, todos los insultos y las envidias que despertaste siempre sin querer…
Por todos aquellos que nunca creyeron en lo que ES.
Hoy sigues caminando, me llevas de la mano y ya no tengo miedo porque sé…
… que tú fuiste el principio y serás siempre el fin.
… que no hay nada que deba hacer.
… que mientras esté contigo no hay dudas ni miedos porque tú siempre sabes el qué.
… que todo lo que me llegue de tu mano estará siempre bien.
Porque tú me enseñaste
a confiar
a creer
a amar
a saberme lo suficientemente fuerte para volver a andar
a abrirme a la vida como nunca jamás
Porque contigo VIVO.
Porque yo DECIDO.
Porque aquí SIGO.
Y porque sigo CONTIGO.
Porque llevo dos copas de vino. Si no, jamás me atrevería a publicar esto aquí.
Camina contigo siempre. Que yo caminaré por ti.
#esgritos